Las cardiopatías congénitas pueden aparecer en los adolescentes, el Centro del Corazón está ahí para ayudar
Nicole tuvo episodios de latidos acelerados de vez en cuando durante su infancia, pero no sabía lo que era ni cómo hablar de ello con su madre. Cuando Nicole tenía 15 años, tuvo un episodio cuando estaba en el médico poniéndose la vacuna anual contra la gripe, y se enteró de que había una palabra para lo que estaba experimentando: Taquicardia.
Taquicardia es el término médico para una frecuencia cardiaca superior a 100 latidos por minuto. En algunos casos, la taquicardia puede no causar síntomas ni complicaciones. Pero si no se trata, la taquicardia puede alterar el funcionamiento normal del corazón y provocar complicaciones graves y potencialmente mortales.
El Dr. Peter Fischbach, Director de Electrofisiología del Centro Cardiológico de Children’s Healthcare of Atlanta, recomendó a Nicole una intervención quirúrgica de ablación para tratar su afección y restablecer un ritmo cardiaco normal.
«Al principio fue chocante y me dio miedo, porque la cirugía es algo serio», dijo Nicole. «Me ponía ansiosa, pero el Dr. Fischbach tiene muy buenos modales. Me explicó la operación y hablamos de cuándo estaría programada. Se relacionó conmigo como adolescente con muchas cosas entre manos, y utilizó su sentido del humor para tranquilizarme. Mientras tanto, me enseñó técnicas de respiración para aliviar mi ansiedad, que puede hacer que los latidos rápidos se produzcan con más frecuencia.»
La operación de Nicole fue un éxito, y siguió en Cardiología de Children’s Healthcare of Atlanta hasta que fue adulta.En la universidad, la trasladaron a la atención de adultos, y le dieron el alta de la atención cardiológica al cabo de unos años.
Tras la ablación, Nicole ganó confianza para retomar actividades como correr, el jiu jitsu, la jardinería comunitaria y los viajes. Ahora trabaja para un servicio de reparto de kits de comida y está aprendiendo a ser doula. Nicole dice que quiere trabajar en el sector sanitario para poder ayudar a familias y niños como le ayudó a ella el Children’s Healthcare of Atlanta Heart Center.
«Me di cuenta de que con los latidos del corazón tan rápidos, podría haber tenido un infarto y haber perdido la vida», dijo Nicole. «Antes tenía un espíritu aventurero, pero mi experiencia me hizo estar aún más agradecida de seguir viviendo, y me encanta probar cosas nuevas sin tener que preocuparme por mi corazón. Desde entonces sigo intentando vivir la vida al máximo. En el Centro del Corazón hacen todo lo posible para asegurarse de que estás bien atendido y de que te sientes cómodo.»
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